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20131122

22 de noviembre de 1963: Golpe de Estado en EEUU

Actualmente apenas quedan dudas de que el asesinato de John Fitzgerald Kennedy fue una conspiración urdida por un grupo de gusanos. [Ver: ¿Quién mató realmente a JFK?] La vida del joven presidente de los EEUU fue sesgada porque según todos los indicios pensaba instaurar un nuevo estilo de gobierno, totalmente alejado de los intereses de los poderes corporativos. Todas esas cosas relacionadas con la Constitución y las libertades civiles que tan en serio se toman los americanos en sus películas iban a ser restauradas [al menos en teoría] por un presidente que se presentó a si mismo como el portavoz de una nueva generación. Si JFK era un nuevo César que pensaba ornarse las sienes con laureles o un demagogo ahíto de poder nunca lo sabremos. Su intención desde el principio fue apoyarse en el voto popular para ser ser reelegido en 1964 con una abrumadora mayoría. Y desde luego, usar con toda la fuerza su legitimidad política.

El quid de la cuestión no es que mataran a un hombre, sino lo que éste simbolizaba. No se trata de encumbrar a un tipo cuya campaña fue financiada por el mafioso de Chicago Sam Giancana. Ni de destacar el origen de la fortuna del clan Kennedy en el contrabando de alcohol durante la Ley Seca y las turbias operaciones financieras de su padre. No: el quid de la cuestión es algo muy simple. Ellos [los gusanos] siempre están ahí. Saben que todo el mundo tiene un precio. Dejan que el hombre en cuestión sea elegido. Le tantean. Le sobornan. Le "aconsejan". Le dirigen. Testean hasta que punto es maleable, proclive a sus insanos intereses. Y cuando se dan cuenta de que 'su hombre' les ha salido rana... sencillamente le pegan un tiro en la cabeza. Este es el estilo de la mafia gusanil que controla el mundo desde hace 50 años. El pueblo no puede tener un presidente porque sencillamente el presidente lo eligen ellos. El problema no es que mataran a JFK; el problema es que mataron cualquier posibilidad de que el poder responda a los intereses de los ciudadanos. Y así ha seguido, hasta el día de hoy. Conforme avanza el tiempo, los gusanos ya ni se molestan en disimular sus tendencias totalitarias.

Hoy, 22 de noviembre de 2013, se cumplen 50 años de este luctuoso suceso. No estaría nada mal identificar a los culpables y desvelar cuales eran sus insanos intereses. Comprobaríamos cómo el atentado terrorista que acabó con la vida del presidente de EEUU es un tema muy actual. El asesinato de JFK es un hecho destacable de la Historia reciente puesto que supone un cambio sustancial en la forma de administrar el poder. La palabra "Democracia" administrada por los gusanos es de todo menos democracia. Lo queramos o no, hay un antes y un después de este macabro acontecimiento. De alguna manera, el 22 de noviembre de 1963 la democracia mundial sufrió un golpe de muerte. Quedó demostrada la existencia de un gobierno en la sombra, más allá de toda duda, un auténtico nido de gusanos que hasta el día de hoy  siguen controlando el timón del mundo en función de sus oscuros intereses. Esto no son tonterías de "illuminatis" ni de "masones de 33º grado". Esto no es un programa de 4º Milenio. Por definición, una conjura viene determinada por cierto grado de misterio y secretismo. La intriga y el anonimato de los protagonistas definen la 'conspiración' en sí misma. Pero en el caso del asesinato del presidente de los EEUU en 1963 ya no se puede hablar de 'conspiración' porque a pesar de que el misterio prevalece, los "grandes rasgos" están más que claros. Como axioma, una conspiración deja de serlo en cuanto sale a la luz.

El 22 de noviembre de 1963, antes de recorrer las calles de Dallas donde encontró la muerte, JFK dio un corto discurso en el Hotel Texas de Fort Worth. Ahí se grabaron imágenes que actualmente pueden llegar a resultar irónicas.
La cara del Gusano nº 1 lo decía todo...
 
Lyndon B. Johnson, un hombre ceniciento, gris, aburrido y mediocre ejercía de vicepresidente. Sus relaciones con la mafia petrolera de Texas y sus corruptelas extragalácticas no son hoy ningún secreto para nadie. Anhelaba sobre todas las cosas alcanzar la máxima jefatura, dejar de ser un segundón. Hay un 80% de posibilidades de que estuviera al corriente e involucrado en la conjura que mató a su jefe. Lo demostró sobradamente cuando, caliente aún el cuerpo de Kennedy, y en presencia de su ensangrentada viuda, se hizo nombrar presidente. En los años posteriores no tuvo ningún reparo en abolir y revocar la política de JFK y abrirse a los intereses de la mafia gusanil.Gracias a él, los grandes gusanos pudieron parasitar durante años el dinero del Estado y embarcarse en un negocio suculento cuyo nombre fue Guerra del Vietnam.

No menos macabro fue el "regalo" que le hicieron a John Fitzgerald Kennedy en el acto de Fort Worth: un sombrero. La frase causa escalofríos:
 ...contra la lluvia de balas que te va a caer...

Fatalmente, Kennedy rehusó estrenar el sombrero en aquel acto y dijo que se lo pondría el lunes en la rueda de prensa de la Casa Blanca.

Oficialmente, se formó una comisión investigadora compuesta exclusivamente por gusanos, que dictaminó que el tiro que el presidente recibió en la sien derecha [repito: SIEN DERECHA] fue efectuado por un solo tirador apostado en el sexto piso de un edificio situado detrás del coche presidencial.
En efecto, Iker. Semejante episodio paranormal supera a Expediente X, CSI Marbella, Encuentros en la 3ª Fase y el misterio de las pirámides de Bosnia. La Comisión Gusanil-Warren hizo caso omiso a los múltiples testigos presenciales en la escena del crimen que mostraron por TV el lugar de impacto de la bala y su trayectoria:
 
Algunos de los testigos más molestos se "suicidaron" disparándose a si mismos por la espalda. Un incontable número de personas que "sabían demasiado" fueron víctimas colaterales de este Golpe de Estado encubierto.

Hubo, incluso, un film doméstico (el famoso film Zapruder) donde queda en evidencia, sin el menor género de dudas, que la bala que mató a Kennedy le da de lleno en la sien...Curiosamente, la película casera filmada por Abraham Zapruder estuvo 20 años "perdida", después de que la revista Life comprara los derechos por US$ 150.000. Desde luego, el fotograma siniestro no deja lugar a dudas sobre la trayectoria de la bala:
Resulta sorprendente que hoy en día los medios de comunicación "revelen" la existencia de un "segundo tirador". Cualquier examen crítico de las imágenes filmadas en la plaza Dealey evidencia que en el lugar, al margen del público congregado, había una ingente cantidad de ratas, gusanos y chacales. Hay un video filmado en la puerta del hospital Parkland en el que, en medio de la histeria, los gritos y las caras de terror de los ciudadanos normales, se puede contemplar a dos tipos intercambiando miradas de complicidad. Los tiradores debían ser varios y tenían cobertura del FBI, la CIA y la policía de Dallas. La plaza en si misma era una encerrona total y absoluta. No se acaba de entender que Kennedy no sospechara de las intenciones de los gusanos. Le había tocado los cataplines a muchos de ellos y acabó como Julio César, otro demagogo que por un momento pensó que podría dominar a la "aristocracia".

El "segundo francotirador", balísticamente hablando, era evidente desde el principio, lo cual desmonta totalmente la historieta del francotirador paranoico solitario. Incluso el diario barcelonés "La Vanguardia", de la España de Franco, dio fe de ello en su edición del 23 de noviembre de 1963:

"UN DISPARO EN LA SIEN DERECHA. Dallas, 22. — El Presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, ha muerto, víctima de un atentado, en esta ciudad del Estado norteamericano de Texas, a las 20'30, hora española. Kennedy recibió un disparo en la sien derecha, cuando se dirigía a un almuerzo ofrecido por el Consejo de los Ciudadanos de Dallas, en un coche descubierto, acompañado de su esposa, Jacqueline, del gobernador de Texas y esposa. Eran las 18:30 (hora española) (...) En el hospital  Parkland el doctor Malcolm Perry declaró que la bala que mató al Presidente penetró por la sien y salió por la parte trasera de la cabeza, cerca ce la nuca".

Y eso se supone que Oswald lo hizo disparando desde aquí...