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20140122

P.I.D.: Una estrategia de marketing perfectamente calculada [II]

El 13 de julio de 2013 se publicó en este blog un extenso post en el que se apoyaba la teoría de la muerte de Paul McCartney en un accidente de coche en 1966. En principio me parecía que había elementos muy convincentes. Después de pensar en ello durante meses comencé a ver muchos puntos débiles en la teoría. La inexistencia de ninguna prueba gráfica del supuesto accidente de coche y el sinfín de bobadas sobre los supuestos mensajes en portadas y canciones me llevaron a cuestionar este asunto. Lo único que quedaba era un estudio realizado por una revista italiana. Pero al final... ¡NI ESO!

PID: Estudio científico de dos investigadores italianos

El 15 de julio de 2009 la edición italiana de la revista Wired publicó un artículo titulado Chiedi: chi era quel «Beatle» [Pregunte: ¿Quien era ese beatle?] En él se detallan las conclusiones de un análisis de la teoría PID realizado por la reputada forense Gabriella Carlesi y el experto en análisis de imágenes por ordenador Francesco Gavazzeni. Su propósito era aportar evidencias científicas indiscutibles que pusieran fin a los rumores de que Paul McCartney murió en un accidente de coche en 1966. Sin embargo, al parecer, los resultados de su estudio les sorprendieron. En lugar de poner fin a los rumores, su análisis proporciona una supuesta evidencia científica de que el Paul McCartney de hoy no es el mismo hombre que el Paul McCartney anterior a 1966.
La doctora Carlesi viene avalada por un espléndido curriculum. Es anatomopatóloga, patóloga forense y experta en reconocimiento craneométrico a través de fotografías. Ha colaborado en la resolución de una serie de eventos criminales con su metodología analítica. Ayudó, entre otros, a la identificación de Alí Agca en la plaza de San Pedro en 1981, en la investigación sobre el atentado contra Papa Juan Pablo II. Trabajó también en el esclarecimiento del asesinato del periodista Ilaria Alpi y su operador Miran Hrovatin en Mogadiscio en mayo de 1994. Sus estudios sirvieron, asimismo, para reabrir el caso del "Monstruo de Florencia" cuando demostró que el cuerpo sin vida hallado en el Lago Trasimeno en 1985 no era el de Francesco Narducci, presunto asesino en serie italiano. Carlesi también participó en la elaboración de una serie de documentales con el análisis de fotografías tomadas en la Piazza de Loreto el 29 de abril de 1945. Con ello quedó certificado que los cadáveres que colgaban boca abajo de la cañería de una gasolinera eran, efectivamente, los del dictador fascista Benito Mussolini y de su amante Claretta Petacci.

Sin embargo, en lo que respecta a la investigación sobre Paul McCartney, la doctora Carlesi comentó que al tratarse de un personaje muy famoso, y vivo, prefiere darle al estudio un caracter "de mero entretenimiento académico". [?] Carlesi se mostraba prudente porque los análisis no son sobre un cadaver, sino sobre fotos. Decía que no podía certificarlo por completo, pero si con un amplio margen de seguridad. [Ver traducción del artículo de Wired]

El estudio en si mismo es fácil de resumir. Carlesi halló divergencias en los ángulos del mentón de Paul y "Faul" de entre un 5 y un 15%. El dibujo, forma y posición de las orejas no encajan. La distancia entre las pupilas no es la misma. Otro elemento que no cuadra es la forma de la boca y su distancia con la nariz. Sobre la arcada dental sugirió que una persona adulta se tendría que someter a una dolorosísima operación de cirugía periodoncial y llevar durante un año o año y medio una agresiva ortodoncia correctiva para conseguir algún resultado, cosa un poco difícil con los medios con los que se contaba en los años 60, y problemática, tratándose de un cantante..

Haga un inciso y pregunte: ¿Qué es un medio de "comunicación"?

El propio término induce a una perversión conceptual. "Comunicar" no es lo mismo que "informar". Yo puedo comunicar lo que me dé la gana, incluyendo patrañas del tamaño de la Tour Eiffel. Obviamente, también es posible "informar" cosas completamente falsas. Pero cuando alguien recibe un "informe", en el trabajo, por ejemplo, da por hecho que se trata de hechos veríficos. "Informar" en principio es más serio que "comunicar".

Cualquier persona mínimamente "informada", conocedora de la idiosincrasia, metodologías y objetivos de los medios de comunicación actuales, sabe que hay que anteponer una duda razonable ante todo lo que publican. Antes de aceptar cualquier "información" de un medio de comunicación actual hay que tener en cuenta la composición de su consejo de administración. Lo más normal es que entre sus miembros y accionistas haya representantes de fondos de inversión, de grandes corporaciones [farmacéuticas, energéticas, bancarias, etc.], representantes de partidos políticos mayoritarios y otros grupos de "opinión". Los objetivos del gang son claros: su misión no es "informar", sino generar una realidad sintética, una fantasía altamente productiva, un caldo de cultivo vitamínico donde sus intereses salen fortalecidos. Esta gente no da puntada sin hilo. Nada de cuanto se comunica tiene como finalidad "informar". Todo cuanto se comunica guarda en su interior la voluntad de crear "tendencias", "corrientes de opinión", condicionar, entretener e hipnotizar a la opinión pública y, sobre todo, conseguir sustanciosas ganancias. Mas que aceptar esa "información" como verídica hay que suponer a quién le interesa y que dividendos [propagandísticos y crematísticos] persigue. Goebbels era una comadrona en comparación con estos sujetos. Tanto es así que me permito dudar del estudio de Carlesi y he elaborado, con el morro que me caracteriza un...

PID: Estudio craneométrico alternativo elaborado por Pinch Klub totalmente gratis. 
En primer lugar he buscado dos fotos de Paul McCartney, una pre-66 y la otra post-66.  Dos fotos sin perspectivas, ni ángulos, que puedan llevar a efectos ópticos alucinógenos. Es decir: una panorámica simple y plana, en 2D. Una foto carnet total y absoluta. El individuo visto de frente, con los ejes X/Y en el centro de su cara. Y con la boca cerrada para que no haya desviaciones del mentón. No hay otra forma de verificar si los cráneos y los rasgos eran iguales o no. Tanto el Paul pre-66 como el post-66 tenían más de 21 años, edad establecida por la ciencia como final de la etapa de crecimiento masculino, cráneo incluído. Para conseguir este resultado y que las dos cabezas guardaran idénticas proporciones he tomado como referencia la distancia entre la base de ambas orejas.
Las medidas en color rojo se hicieron primero en la foto de la izquierda y se copiaron literalmente en el lado derecho. Todas las medidas encajan a la perfección. Distancia entre orejas, distancia entre pupilas, distancia entre nariz y boca. Hasta la extraña elipse de la ceja derecha encaja a la perfección.
Azul = a.d.1966 | Rojo = d.d.1966
La superposición de ambos perfiles arroja un resultado sorprendente. No se aprecia por ningún sitio la desviación de entre un 5 y un 15% en el mentón que dijo haber detectado Carlesi. La posición de las orejas, los ojos, la ceja, nariz y boca es coincidente. Lo único que no cuadra es el mayor tamaño de la cabeza en la parte superior. Eso es debido a que en la foto de 1967 llevaba el pelo más largo. Y, seguramente, para ir tan bien peinado, una considerable cantidad de laca o fijadores que moldeaban y daban volumen a su peinado.

Por supuesto, este estudio es cutre cañí, pero demuestra que una sola hora con un programa de retoque es suficiente para poner en duda las presuntas diferencias en las medidas del cráneo de McCartney.

Fulgurante aparición de McCartney en el show de David Letterman, 15 de julio de 2009 

Pues si. El mismo día [!!] en que la revista Wired hacía público su "estudio", Paul McCartney aparecía en el Late Show de David Letterman. Es un programa de entrevistas nocturno, presentado por un célebre cómico estadounidense que se emite en la franja de después de la cena en la CBS. En España fue totalmente copiado por Andreu Buenafuente. Por copiar, Buenafuente se copió hasta la decoración del plató.

McCartney no fue a desmentir lo publicado por la revista italiana. En absoluto. Se trató de una "entrevista de cortesía", "casual", donde la anécdota de su presunta muerte se sacó a colación como un tema más. En ningún momento McCartney ni Letterman hicieron mención al estudio realizado por Carlesi y Gavazzeni.

Que McCartney apareciera ese mismo día en un programa que seguramente se emite en diferido da mucho que pensar. Primero, porque dudo mucho que la aparición de un "entrevistado" en ese tipo de espacios se programe de la noche a la mañana. Es decir, cuando un famosillo aparece entrevistado en un late show de esos, la cita se ha concertado en agenda mínimo con quince días de antelación. Así pues, cabe sospechar que Sir Paul estaba al corriente de lo que iba a publicar la revista Wired con bastante tiempo de antelación. Seguramente le llamaron y le dijeron: Hey, Paul, majete, vamos a publicar que eres un impostor, un suplantador, un sosías, un espantapájaros, un look-a-like. ¿Vale? A lo que él respondió: Vale Ok, ya tengo hora con el doctor Letterman. Iré a confirmar que el doble perfecto soy yo mismo. Nos tomamos algo. Ciao!

Efectivamente, Sir Paul confirmó en ese programa que "ese doble tan perfecto era él mismo".
Well, no, this is him!!!
Cuando un humilde investigador, como es mi caso, se traslada al interior de la mente de Paul McCartney se lo imagina como un millonario mayormente aburrido. Es capaz de verlo sacando la cosa por una obertura en el pijama mientras orina en su water de mármol de Carrara. Paul McCartney debe tener su departamento de public relations, lo que incluye, peluquero, manicura y un asesor de imagen. Paul McCartney es un tipo con muchas tablas, pues está acostumbrado a estar encima de un escenario desde que era muy joven. "Sir Paul" puede ser de todo, menos imbécil. Así que, es imposible que se presente en un programa que están viendo millones de norteamericanos, a sabiendas de las "evidencias científicas" que se están publicando contra él, y sea capaz de una metedura de pata tan garrafal como afirmar que el "doble" es él mismo. Y no contento con ello, quedarse mirando al vacío como diciendo: ¡Joder, la he cagao!
Anda que lo que acabo de decir...
A menos, claro está, que McCartney tenga un interés desorbitado en colar el presunto "error" en el subsconsciente del telespectador para alimentar la leyenda. Es un leyenda con una dimensión muy productiva. Todos esos fans de nueva generación analizando las "señales" en las portadas y escuchando atentamente las psicofonías invertidas de Lennon en Revolution 9. Hay que tener muy presente el tremendo potencial del mito. La gran multinacional del entertaiment en la que se convirtió la factoría Beatles no debe caer en el olvido. Lo que un día quizás comenzó como una broma macabra ha acabado siendo un arma publicitaria a tener en cuenta, una estrategia de marketing de largo alcance con un poder de seducción ilimitado. El morbo vende hasta el infinito.

Al respecto cabe apuntar que durante todos los años 70, 80 y 90 esta leyenda urbana permaneció enterrada en el olvido. La gran mayor parte de los fans, los que apreciábamos al grupo simplemente por su música, no habíamos oído hablar de esta cuestión en la vida hasta tiempos muy recientes. No fue hasta la masiva implantación de internet que el tema se reavivó.

Curiosamente, ambos eventos [Wired+CBS] ocurrieron 20 días después de la muerte de Michael Jackson, propietario desde los años 80's de los derechos de autor de un paquete de 260 canciones de The Beatles. Que cada uno saque las conclusiones que quiera.

Naturalmente, está fuera del alcance de este humilde investigador saber qué conexiones "accionariales" había en 2009 entre la revista de chorradas tecnológicas Wired, la CBS y quienes detentan actualmente la gestión de los derechos de autor de las canciones. Asimismo es imposible saber qué causa-efecto-carambola pensaban conseguir con esta polémica. Tampoco es descartable que entre algunos de los más célebres conspiracionistas de la red [como los Plastic Macca, The Rotten Apple, etc] y los intereses de la corporación beatle haya algún tipo de conexión.  Si todos esos conspiracionistas quieren saber si McCartney es Él o no, en lugar de hacer documentales sensacionalistas sobre el asunto deberían ir tras el rastro de una solo una gota de su baba.

Ciertamente, cualquiera que fuera mínimamente coherente no se dedicaría a analizar las supuestas "pistas" contenidas en la contraportada de Abbey Road. En septiembre de 2009 dos periodistas identificaron a los parientes vivos de Hitler con una simple colilla de cigarro y una servilleta lanzada en un fast food. ¿Cómo es que a ninguno de estos conspiracionistas baratos se le ha ocurrido hacer lo mismo?

En cuanto a McCartney, dos preguntas: ¿por qué no emprende acciones legales contra los que están las 24 horas del día especulando sobre su presunta falsa identidad? Para él sería sumamente sencillo desmentirlo. ¿Por qué no lo hace? Respuestas sólo hay dos. 1/ porque la fantasía de ser un impostor es una idea que el mismo contribuye a crear de forma deliberada ó 2/ porque él [y todos sus socios de negocios] son los primeros interesados en que el asunto tire adelante.

Como vemos, ambos caminos conducen al mismo sitio: publicidad completamente gratis.

Las "pistas" en los álbumes son sin duda el elemento más infantil de esta absurda trama. The Beatles iban a ocultar el supuesto deceso que podía causarles graves consecuencias económicas, pero como se sentían culpables, daban pistas a sus fans... Vamos, ni los hermanos Grimm serían capaces de inventar algo así. Es otro hecho controvertido que da mucho que penar. Da que pensar que se trata de una muy original operación de marketing. Y el inventor de la misma fue sin duda Brian Epstein.

A una persona mínimamente racional, esta absurda teoría sólo le puede dar una cosa: risa.

[Ver Faul is dead]