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20130515

Optical Sound, el santo grial del rock psicodélico

Es sencillamente imposible explicar la grandeza de esta obra de arte. Todos conocimos a esta singular banda de Los Ángeles por la recopilación Nuggets.y nos dejó gratamente sorprendidos. Los singles originales de The Human Expression son actualmente piezas de coleccionista muy cotizadas. En los años 80's aún era posible encontrar alguna copia en subastas. Un bloguero cuenta que ofreció 100 dólares en 1983 y se rieron en su cara. Según Wikipedia, en 2003 se pagaron 2300 dólares por una copia de Optical Sound como la que se puede apreciar en la foto.

Optical Sound es como el santo grial del rock underground de los 60's. Es un mito que supera con mucho la efímera duración de la banda. The Human Expression sólo llegaron a sacar 3 singles en su corta carrera (1966-1967) Tienen otros temas interesantes como Love at psychedelic velocityReadin' your will o Calm me down,  pero ninguno como el que titula este post. Del escaso material disponible actualmente tenemos apenas 5 temas que se pueden escuchar en esta lista de reproducción de Youtube.

Es probable que en sus inicios The Human Expression actuaran como teloneros de Love, The Doors y The Seeds. El cantante de la banda, Jim Quarles, probablemente tuvo algún tipo de relación de negocios con Sky Saxon de The Seeds. El grupo editó sus dos primeros singles con sus propias canciones sin grandes resultados. Así que para el tercero decidieron contactar con Mars Bonfire, un compositor profesional. Era una práctica muy corriente en los años 60's. Éste les ofreció para la cara B, ni más ni menos, que... Born to be wild!! El tema no impresionó a Jim Quarles y fue desechado. Tiene su lógica porque se trata de un tema pionero del hard-rock que desentonaría totalmente en el estilo de esta banda.

Musicalmente, Optical Sound es una gravitación intensa y placentera. El título puede tener relación con la sinestesia que se produce bajo los efectos del LSD. De cualquier forma, son 2:30 min de originalidad y brillantez. El reverberante sonido de las guitarras de Jim Foster y Martin Eshleman crean una atmósfera irrepetible. Pese a su simplicidad, la composición deja maravillado a todo el que la escucha.

Los sonidos ópticos han llegado para conquistar la Tierra: