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20070920

Buscando revólveres en el Google

Una moda bastante antigua del mundo bloguero es hacer alusión a los criterios de búsqueda a través de los cuales la gente entra en tu página. En PeterPsych podemos presumir de tener unos fans muy normalitos que buscan información sobre música, cine, 60's, etc. No obstante, siempre nos cae algún friki al que le chirrían las neuronas. Véase, si no, éste:

O sea, que se va al google y le dice: "kiero ver fotos de todos los revolveres fabricados en España". ¿Pero que coño se ha creído que es el Google? ¿El hada madrina de Chuck Norris? Es cierto que en este blog tenemos una foto de un revólver español. Lo confesamos. Es esta:

Esperemos que le haya gustado y que lo utilice pronto.

20070918

Fabricando hitleritos

Dentro del capítulo de películas chanantes, de esas de toda la vida, hoy os presento "Los niños del Brasil", película dirigida por Franklin J. Schaffner en 1978 y protagonizada por Gregory Peck. La película gira en torno a un proyecto nazi consistente en fabricar 94 niños idénticos a Adolf Hitler. A tal efecto, el profesor Joseph Menguele, desde un oscuro laboratorio ubicado en el Mato Grosso, adiestrará a una serie de clones biológicos del fürher para que se conviertan en futuros líderes de la raza aria. Los hitleritos son educados mediante un programa con el que experimentan las mismas vivencias que el joven Adolf. Es decir, un padre de corte prusiano que le torturaba con discos de Wagner y una madre servicial y sumisa que le protegía bajo su delantal. Los niños, con el flequillito negro y los grandes ojos grises, dan bastante giñe, por cierto.

El argumento de esta película está basado en una novela de la escritora Ira Levin y no en la vida real de Joseph Menguele. En su momento se consideró una película de ciencia-ficción porque el tema de la clonación era todavía una hipótesis científica. Una parte de la película transcurre en tediosas explicaciones sobre las técnicas de clonación que actualmente son innecesarias. Después del caso de la oveja Dolly [1996-2003] a nadie le cabe ninguna duda de que podrían clonar a Hitler e incluso al Fary.

Este film también sirvió a Los Nikis para componer una canción, incluida en su álbum Marines a pleno sol.

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20070915

Treinta años con los Kinks

Como digamos que no soy lo suficientemente viejo para haber escuchado a los grupos de los 60's en su época, no conocí a los Kinks hasta 1975. Acababan de sacar Schoolboys in disgrace, con una graciosa portada:

En los conciertos en directo, Ray Davies salía disfrazado de colegiala embarazada, lo que me me pareció muy gracioso. Apenas un par de años después sacaron Sleepwalker, un disco que me gustó bastante. Así que me pregunté... "¿Quién son estos Kinks?". Comencé a investigar un poco y me encontré con que eran autores de temas como You really got me y All day and all of the night. En ese momento me parecía que los hermanos Davies eran los precursores del punk. Un vocablo de moda en ese momento... Sólo muchos años después de me di cuenta de que eran los fundadores de una palabra todavía más esencial: ROCK DE GARAJE.

Había llegado la new wave y el panorama musical estaba bastante saturado. En 1980 me los volví a encontrar, con un disco en directo llamado One for the road. Por aquel entonces comenzaba a ser consciente de que los Kinks eran una gran banda de los 60's, casi comparable a los Beatles. Pasé el meridiano de los ochenta atiborrándome de música de los sesenta, sin casi acordarme de los Kinks. Un día me enteré que Ray Davies se había enrollado con Chrissie Hynde y a la admiración se sumó la envidia. Estuve comprando discos de segunda mano y me topé con Kinda Kinks. No era el disco de mi vida, pero contenía piezas pop de una arquitectura perfecta. Tired of wating for you y Don't ever change me hicieron sospechar que para encontrar a los verdaderos Kinks sería necesario escuchar su discografía de los años 60's.Era una conclusión no muy brillante, pero yo soy así.

Lo tuve que dejar para más adelante. Un día escuchando la radio, me los volví a encontrar. Seguían sacando discos y el último se llamaba Give the people what they want, tema que me encantó. A finales de los 80 casi me había olvidado de ellos cuando de repente volví a tener noticias. Grabé de la radio un tema suyo llamado How are you que volvió a dejarme en jaque. Volví a olvidarme de ellos, pensé que no eran más que un dinosaurio de los 60's que iba renquando por el mundo y que les quedaban pocos años de vida. Pero pasaron tres años y volvieron a la carga, con temas como How do I get close (¿como me lo monto para acercarme?, traduje) y supe, sí, que Ray Davies es inmortal.

Pero supongo que hasta los inmortales algún día se cansan. Aparecieron los 90 en el horizonte y los Kinks no daban señales de vida. Los di por muertos cuando, un día, escuchando la radio, me enteré que acababan de sacar nuevo disco. Una sonrisa iluminó mi rostro. El album se llamaba Phobia y contiene una joya llamada Don't, una auténtica demostración de lo que un compositor con experiencia es capaz de hacer.

Hasta finales de los 90 Ray Davies estuvo cabalgando por el mundo como el jinete de Sleepy Hollow. Recuerdo incluso que estuvo tocando hacia el año 2000 en la sala Apolo de Barcelona. Desde entonces ya no he vuelto a tener noticias de ellos. Si algún día me entero que Ray ha muerto, lloraré.

20070911

Como hacer un Miró en 30'

Cuando veía un cuadro de Miró mi padre se enfurecía: "Le damos cuatro dacs al niño y nos forramos", solía decir. O sea que me los compraron y al cabo de diez días me los quitaron. ¿La razón? Simple: en lugar de hacer grandes obras pictóricas abstractas me convertí en un hombre de las cavernas. Sí, me dediqué a dibujar gatos, perros, culebras y osos panda en las paredes del pasillo. Era mi primera exposición. A mi padre le hizo una graciaaaaaaaaaa!!!

Pero aquel intento de mi padre de convertirme en Joan Miró ha acabado siendo una obsesión para mi. Así que me he puesto las pilas y he descubierto la forma de hacer un Miró. Tardo menos de media hora en sacarme uno de la manga. El secreto está en dibujar varias formas sinuosas, sin escatimar cuernos, serpientes, soles, lunas y algún donut orbital. Luego se crean divisiones a todo lo largo de la hoja que creen compartimentos estancos. Si se puede dotar la imagen de un motivo alegórico, bien, si no no pasa nada. A partir de ahí se elige una paleta de colores suficientemente llamativos y se comienza a rellenar los compartimentos estancos. Después se pinta el fondo de riguroso negro y... VOILÀ!

20070901

El futbol es asín

Si, sí... Lo sé. Es horrible, pero el zombie futbolero suele ser asín. Después de comerse un bocata chipirones busca válvulas de escape que suelen ser nefastas para la humanidad. Una es por vía rectal, dada la intensiva producción de derivados del metano que produce un bocata de chipirones. La otra, vía verborrea, dado que el zombie furbolero suele basar su filosofía de la vida en reiteraciones vomitadas por los mass-media sin freno ni frenillo. Vale, sí, lo sé. Es harto paradójico hablar de un "sentido de la vida" en un zombie futbolero. La contradicción contradictoria se basa en que el zombie futbolero no tiene vida propia. Su vida, de hecho, la escriben en el "El Mundo Deportivo" y en el "Ass". No esperéis enlaces, porque en este blog no enlaza con páginas dedicadas a las armas de idiotización masiva.

Sí, si..., lo sé. Sé que me váis a decir que esto es horrible, que soy un sádico, que mi realismo es un castigo para vuestros oídos. Pero "La noche de los muertos vivientes" no fue más que una broma macabra donde la ficción se adelantaba a la realidad unos cuantos años. El zombie futbolero es un híbrido entre Chucky y la Niña del Exorcista a quien quizás tan sólo le falta un poco de flexibilidad en los músculos del cuello antes de aseverar axiomas como "El Atlético de Madrid ha reforzado muy bien su centro del campo esta temporada" o la no menos terrorífica "el juego por las bandas requiere laterales con mucho fuelle". Es que las metáforas futboleras son como una factoría del ritmo repetitivo. Ríete tú de la música bakalao. El zombie futbolero oye las consignas y luego las repite. No le importa que estés hasta los huevos de oír tópicos dignos de Mario Olivetti. No le importa que sus putos resúmenes futboleros duren en el telediario más de lo que se dedica a relatar que quince tíos han muerto después de que un pedo gigante les explotara en las narices. El zombie futbolero está aquí y ha venido para dominar el mundo.

Misión vuestra es impedir que salga de su tumba.