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20131103

Derribos Arias

Año 1983. La antigua sala Zeleste de la calle Argentería se preparaba para recibir a la banda más puntera de la Movida: Derribos Arias. Toda la vanguardia nihilista del afterpunk estaba allí. No cabía un alfiler. Y no había para menos porque en aquella época la música pop local superaba con creces muchos productos procedentes del mercado anglosajón. A priori, cada banda española era una copia de una banda anglosajona de éxito. Por ejemplo, Derribos Arias eran el clon español de Joy Division. Pero... vaya usted a comparar a Joy Division con Derribos Arias. ¡¡Por favor!! ¡¡un poco de seriedad!! Derribos Arias eran la más original, vanguardista, cochambrosa y estrafalaria banda de rock que haya existido jamás. Líderes del irreverente movimiento de las Hornadas Irritantes, junto con Siniestro Total y Los Nikis,  eran la apuesta más decidida contra la nefasta influencia de los babosos. 

Con un sonido áspero y latoso, Derribos ofrecían una cacofónica mescolanza de punk, electrónica, chapuza y psicodelia que trepanaba el tímpano sin misericordia. No obstante, sus temas no estaban exentos de lirismo y melodía en muchos pasajes. Eso sin contar el corrosivo y absurdo humor de sus letras... 
Estábamos ante uno de los fenómenos más pintorescos de la historia del rock. Su disco En la guía, en el listín [1983] es una joya llena de temas de una originalidad inédita. El grupo estaba liderado por Ignacio María Gasca Ajuria, más conocido como Poch. Nacido en San Sebastián en 1956, se trasladó a Madrid, donde formó parte de grupos de pop intrascendente como Los Ejecutivos Agresivos. Hoy está calificado como un personaje extravagante, estrafalario, inclasificable y excesivo. En una entrevista con Angel Casas en TV se presentó con la patilla de las gafas enganchada con celo. Sus excesos con anfetaminas, barbitúricos, hipnóticos y sedantes eran un rumor extendido entre los círculos de la movida de la época. Poch murió en 1998 del mal de Huntington, una enfermedad degenerativa del sistema nervioso que altera la cognición y la movilidad. Antes, protagonizó un lamentable suceso en un acto de homenaje que más valdría olvidar. Prácticamente, murió a la misma edad que Elvis. 

Pese a la tragedia, este hombre dejó en la memoria de los vivos temazos como Brianquias bajo el agua, A Fluor, Tupés en crecimiento, Disco Pocho, Misiles hacia Cuba, Aprenda alemán en siete días y un sinfín de paridas que a mi me parecían [y me parecen] muy graciosas. De hecho, Derribos Arias son autores del más original tema de garaje de todos los tiempos. Su inquietante título es Crematorio. Es una particular descripción de los hornos de los campos de concentración nazis. Hoy en día se hubieran llevado un montón de hostias por hacer una letra semejante. Suerte tenían que el texto, musitado y regurgitado por Poch, es prácticamente ininteligible...